Normalmente tenemos como templos sexuales a las zonas más sagradas
como la Gruta (el Yoni) o los montes nevados (los senos) y descuidamos
uno de los principales templos del Placer: las manos.
Las manos
son las herramientas físicas que nos comunican con el entorno. Y también
son las que nos permiten acariciar, sentir la piel del amante, apreciar
su calor, su textura, su orgasmo... Su deseo y placer.
Por eso, las manos, como templos, deben ser veneradas
en el acto sexual por el amante, y dedicarles el tiempo que necesitan
para sentir, recuperar la sensibilidad acariciante...
Y ello es fundamental en los Masajes sensuales taoístas (o los masajes
eróticos chinos) porque es importantísimo recuperar el Arte de
Acariciar, la sensibilidad de sentir la piel, la energía vibracional de
rozar al amante...
En nuestros talleres de Masaje, de Vía
sanadora y sensual de las manos, aprendemos a sentir de manera mágica lo
que las manos transmiten, vibram, transmiten... Anímate a compartirlo y
vivenciarlo
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